La Sangre de Jesús es de origen Divino, cada ser humano desde que se forma tiene su propia Sangre distinta a la de la Madre.

Por las Venas de Jesús  corre Sangre Divina.

Dra. Castillo.

Por los estudios científicos de  embriología sabemos que el feto tiene su propia sangre, lo que nos demuestran  la absurdez de la blasfemia herética de Bergoglio: “Por las venas de Jesús corre sangre pagana”.  La Sangre de Jesús es de origen divino.

La Sangre de Jesucristo es divina sin ninguna mancha y  la Sangre de María  es inmaculada.

La Sangre Fetal es diferente a la Sangre Materna, por esta razón se pueden  presentar los raros casos de  incompatibilidad sanguínea materno-fetal.

Los intercambios fetal materno se verifican sin que las dos sangres se mezclen.

 

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David Talens Perales: Doctor en Biotecnología por la Universitat de Valencia.

Alrededor del día 7 , mientras la masa celular interna empieza a sufrir los movimientos celulares, formación del surco primitivo, etc.. Las células del trofoblasto sufren una serie de cambios. Las células trofoblásticas van a dar lugar a una capa denominada citotrofoblasto, mientras que otra parte de las células trofoblásticas dan lugar a un tipo celular multinucleado llamado sincitiotrofoblasto (citoplasma con múltiples núcleos) que prolifera abriéndose paso a través del endometrio, primero se adhiere y posteriormente mediante enzimas proteolíticos van ingresando en el interior de la mucosa uterina permitiendo remodelar los vasos sanguíneos de  ésta, recordemos que es un 20070417klpcnavid_209.Ees.SCO.pngtejido muy vascularizado. El útero a su vez, estimulado por el sincitiotrofoblasto, hace que los vasos sanguíneos proliferen en esta zona donde finalmente contactan con el sincitiotrofoblasto.

Al mismo tiempo las células del mesodermo extraembrionario del embrión van a dar lugar a los vasos sanguíneos que partirán desde el sincitiotrofoblasto hacia el feto a través del futuro cordón umbilical.

Todo este sistema de vasos maternos, embrionales, sincitiotrofoblasto…va a dar lugar al órgano maduro llamado corion que se fusiona con la pared uterina para dar lugar a la placenta.

Por tanto en ningún momento hay intercambio de sangre entre la madre y el embrión, el corion va a ser la superficie de intercambio, tanto de gases como de nutrientes y esa es una de las razones por la cuál durante la etapa fetal los glóbulos rojos del embrión poseen un tipo diferente de subunidad en la hemoglobina, la subunidad gamma, con mucha más afinidad por el oxígeno, facilitando así la captación del oxígeno que le llega a través de la sangre de la madre. Al mismo tiempo este sistema va a permitir que el feto pueda deshacerse de ciertas sustancias de desecho, mayoritariamente el dióxido de carbono.

Como habéis visto, este complejo sistema de intercambio madre e hijo esta sustentado tanto por tejidos embrionarios como por tejidos maternos, y su formación depende de órdenes que mutuamente se dan entre los dos sistemas para constituir la arquitectura definitiva.


  • La Placenta tiene una Función de barrera:

La barrera placentaria está compuesta por estructuras que separan la sangre materna de la fetal y su composición varía a lo largo del curso del embarazo.
La barrera placentaria no puede ser atravesada por moléculas grandes, ni por tanto, por células sanguíneas, pero sí puede ser atravesada por algunos tipos de anticuerpos (los IgG), por lo que el feto queda inmunizado frente a aquellos antígenos para los que reciba anticuerpos de la madre.

Muchos microorganismos no son capaces de atravesar la placenta, por lo que el feto está protegido durante una época en la que su sistema inmune no está maduro. Sin embargo, la mayoría de los virus sí son capaces de atravesar o romper esta barrera. La bacteria que transmite la sífilis, Treponema pallidum, puede cruzar la barrera placentaria a partir del quinto mes, causando un aborto espontáneo o enfermedades congénitas.

Muchas drogas pueden atravesar la barrera placentaria, llegando al feto (esta es la razón por la cual muchos medicamentos están contraindicados durante el embarazo).

  • Circulación placentaria

La circulación placentaria trae en cercana proximidad a dos sistemas circulatorios independientes, la materna y la fetal


De hecho precisamente estas evidencias científicas tumban  los argumentos abortistas que erróneamente consideran al feto como parte del cuerpo de la madre.

  1. Cada célula del cuerpo del no nacido es genéticamente distinta de cada célula del cuerpo de la madre.
  2. El Bebe tiene su propia sangre  distinta a la de la Sangre de la madre.

Recuerden también que la  Iglesia respaldado por la ciencia sostiene que la vida comienza en el mismo momento de la concepción antes de que el nuevo ser vivo se implante en el útero  de su madre donde tendrá por así decir un hogar donde crecer, alimentarse y desarrollarse. La fecundación in vitro ha demostrado que un bebe creado en una probeta ya está vivo y solamente necesita implantarse  en el utero de una mujer incluso en animales se han hecho experimentos en los que se puede fabricar las condiciones necesarias del utero para que se alimente, crezca y se desarrolle completamente el nuevo ser.

http://www.corazones.org/moral/vida/vida_comienzo.htm

La inmaculada Virgen María es Arca de la Nueva Alianza donde el Verbo de Dios se hizo Carne por obra del Espíritu Santo (Cf. Juan 1:14). “Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen”.

Primera Parte de la profesión de la Fe católica:

456 Con el Credo Niceno-Constantinopolitano respondemos confesando: «Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre» (DS 150).

469 La Iglesia confiesa así que Jesús es inseparablemente verdadero Dios y verdadero Hombre. Él es verdaderamente el Hijo de Dios que se ha hecho hombre, nuestro hermano, y eso sin dejar de ser Dios, nuestro Señor: Id quod fuit remansit et quod non fuit assumpsit («Sin dejar de ser lo que era ha asumido lo que no era»)…

479  En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana.

La Blasfemia de Bergoglio además de atacar  los dogmas marianos, ataca el centro mismo de nuestra fe católica, ataca la Santa Eucaristía y es una blasfemia contra el Espíritu  Santo porque ataca la obra del Espíritu Santo; que es el  misterio de la Encarnación, que la Biblia describe como la señal del anticristo (Cf. 1 Juan 4:2).

San Agustín:
“Todos los errores de los herejes acerca de Jesucristo pueden reducirse a tres clases: los concernientes a su divinidad, a su humanidad, o a ambas a la vez”.(Quaestiones evangeliorum, 5,45)

1 Corintios 12:3
Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo.

1 Juan 4:15 Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.

Juan 1:1 – En el principio era el Verbo. Y el Verbo era con Dios. Y el Verbo era Dios.
Catena Aurea Santo Tomas de Aquino:

  • Glosa

De estas palabras se deduce la materia de este Evangelio, que escribió San Juan. Y como los Evangelistas San Mateo y San Lucas refirieron la Natividad del Salvador según la carne, San Juan pasó esto en silencio, y empezó su narración por su divinidad; cuya parte sin duda alguna le había sido reservada como mejor por el Espíritu Santo.

 

  • Alcuino

Como el Evangelio sobrepase a todas las páginas de la Sagrada Escritura (porque dice que se ha cumplido cuanto habían anunciado la Ley y los Profetas), San Juan se distingue entre los mismos escritores de los Evangelios por la profundidad con que trata los divinos misterios, el cual, por espacio de 65 años después de la Ascensión del Señor, predicó la palabra de Dios sin escribir nada hasta los últimos tiempos de Dominiciano; pero después que éste murió, habiendo vuelto a Efeso (por habérselo permitido Nerva), a petición de los obispos de Asia, escribió acerca de la divinidad coeterna de Jesucristo con el Padre, en contra de los herejes que decían que Jesucristo no había existido antes que María. Por lo que con razón es comparado en la representación de los cuatro seres a un águila volando, que sube más alto que todas las demás aves, y mira frente a frente al sol sin que se deslumbren sus ojos.

 

  • San Basilio, ut sup

¿Y por qué se le llama Verbo? Porque ha nacido impasiblemente; porque es imagen del que le ha engendrado, demostrándolo todo en sí mismo, no sacando nada, mas existiendo perfecto en sí mismo.

 

  • San Agustín, De Trin., 1, 6

Pero si no ha sido hecho, no es criatura. Y si no es criatura es de la misma sustancia que el Padre, porque toda sustancia que no es Dios es criatura, y lo que no es criatura es Dios.

por las venas de Jesus corre sangre divina

 

El Paganismo no es una enfermedad hereditaria, ni infecto contagiosa que se transmite por la sangre como cree heréticamente Bergoglio.

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“No tendrás dioses ajenos delante de mí” No las adorarás ni rendirás culto- No te inclinarás a ellas, ni las honrarás. No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso.

La Blasfemia herética de Bergoglio “Por las venas de Jesús corre sangre pagana” que profirió delante de los indios paganos  delante de los que se inclinó  para rendirle culto, en Colombia Villavicencio, ataca el misterio de la Encarnación, es una blasfemia contra el Espíritu  Santo pues implica la blasfemia de  que Jesucristo nació  con el Pecado Original y niega el dogma de la inmaculada concepción.

Las enfermedades hereditarias son aquel conjunto de enfermedades genéticas cuya característica principal es su supervivencia de generación en generación, transmitiéndose de padres a hijos y así sucesivamente.

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La Sangre Fetal es diferente a la Sangre Materna por eso se da el caso de la incompatibilidad sanguínea.

La Virgen María  es la Nueva Eva, el Arca de la Alianza preparada por Dios inmaculada, nacida sin pecado original, pura y sin ninguna mancha.

San Ireneo:
Eva: Por una virgen la raza humana fue sentenciada a la muerte. causa mortis
Nueva Eva: Por una Virgen la raza humana es salvada. causa salutis.

Magisterio de la Iglesia:

Decreto pro Iacob.: DS 1347:
Jesús “fue concebido, nació y murió sin mancha de pecado”.
“Sine peccato conceptus, natus et mortuus”

San Agustín, in Ioannem, tract. 10

Aunque el Señor tomó su cuerpo de la descendencia de Adán, no tomó su pecado; de él tomó el templo de su cuerpo, pero no la maldad, que había de arrojar de ese templo. (Catena Aurea Santo Tomas de Aquino – Jn 2,18-22 -)

San Máximo, el Confesor:

Dios se hace hombre perfecto, sin rechazar nada de la naturaleza humana excepto el pecado, que no es inherente a su naturaleza. […] Sólo la fe puede comprender este misterio, pues ella está en el fondo de todo lo que desborda la inteligencia y desafía la expresión. (San Máximo, el Confesor. Capita theologica, 1, 8-13 : PG 90, 1182-1186)

Pseudo-Crisóstomo, opus imperfectum super Matthaeum, hom. 1 ( Catena Aurea, Santo Tomás de Aquino)

He creído superfluo exponer cómo Booz tomó por mujer a una moabita, Rut, sabiendo todos lo que la Escritura dice sobre éstos (en el libro de Rut). Sólo diré que Rut, en premio de su fe, se casó con Booz, porque renegó de los dioses de sus padres y adoró al Dios vivo. Booz, recompensando esta fe, la recibió por mujer para que de tal unión santificada naciese la descendencia real.

Papa Agaton

En Cristo la naturaleza divina tiene todo lo que es divino y la humana todo lo que es humano, sin ningún pecado

Profesamos asimismo que cada una de sus naturalezas tiene una propia natural peculiaridad: la divina tiene todo lo que es divino y la humana todo lo que es humano, sin ningún pecado. Reconocemos que ambas las naturalezas son del único y mismo Dios Verbo encarnado, es decir, hecho hombre, de una manera inconfusa, inseparable, inmutable, mientras solo la inteligencia distingue lo que está unido. Porque rechazamos del mismo modo la blasfemia de la división y la de la confusión.(Denzinger-Hünermann 543. Agaton, Carta Consideranti mihi, a los emperadores, 27 de marzo de 680)

  • Catena Aurea, Santo Tomás de Aquino:
Crisóstomo, in Ioannem, hom.53
Y como sois enemigos de la verdad y no podéis acusarme de nada, queréis matarme. Y por esto añade: «¿Quién de vosotros me argüirá de pecado?»
Teofilacto
Como diciendo: «si sois hijos de Dios, también debéis aborrecer a los que pecan. Por lo tanto, si no podéis argüirme de pecado y me aborrecéis, sabido es que me aborrecéis con motivo de la verdad»; esto es, porque se llamaba Hijo de Dios.
Orígenes, in Ioannem, tom. 35
Esta palabra de Cristo implica una gran confianza en sí mismo, porque ningún hombre ha podido decir esto nunca con seguridad, sino sólo Nuestro Señor, que no ha cometido pecado alguno.
San Gregorio, in evang. hom. 18
Considerad aquí la mansedumbre del Señor. No desdeña manifestar por qué razón no es pecador, siendo así que, en virtud de su divinidad, podía santificar a los pecadores. Por esto añade: «El que es de Dios, oye las palabras de Dios; por eso vosotros no las oís», etc.

CIC: Consecuencias del pecado de Adán para la humanidad

402 Todos los hombres están implicados en el pecado de Adán. S. Pablo lo afirma: «Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores» (Rm 5,19): «Como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron…» (Rm 5,12). A la universalidad del pecado y de la muerte, el Apóstol opone la universalidad de la salvación en Cristo: «Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo (la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida» (Rm 5,18).

403 Siguiendo a S. Pablo, la Iglesia ha enseñado siempre que la inmensa miseria que oprime a los hombres y su inclinación al mal y a la muerte no son comprensibles sin su conexión con el pecado de Adán y con el hecho de que nos ha transmitido un pecado con que todos nacemos afectados y que es «muerte del alma» (Cc. de Trento: DS 1512). Por esta certeza de fe, la Iglesia concede el Bautismo para la remisión de los pecados incluso a los niños que no han cometido pecado personal (Cc. de Trento: DS 1514).

404 ¿Cómo el pecado de Adán vino a ser el pecado de todos sus descendientes? Todo el género humano es en Adán «sicut unum corpus unius hominis» («Como el cuerpo único de un único hombre») (S. Tomás de A., mal. 4,1). Por esta «unidad del género humano», todos los hombres están implicados en el pecado de Adán, como todos están implicados en la justicia de Cristo. Sin embargo, la transmisión del pecado original es un misterio que no podemos comprender plenamente. Pero sabemos por la Revelación que Adán había recibido la santidad y la justicia originales no para él solo sino para toda la naturaleza humana: cediendo al tentador, Adán y Eva cometen un pecado personal, pero este pecado afecta a la naturaleza humana, que transmitirán en un estado caído (cf. Cc. de Trento: DS 1511-12). Es un pecado que será transmitido por propagación a toda la humanidad, es decir, por la transmisión de una naturaleza humana privada de la santidad y de la justicia originales. Por eso, el pecado original es llamado «pecado» de manera análoga: es un pecado «contraído», «no cometido», un estado y no un acto.

405 Aunque propio de cada uno (cf. Cc. de Trento: DS 1513), el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado (esta inclinación al mal es llamada «concupiscencia»). El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual.

 406 La doctrina de la Iglesia sobre la transmisión del pecado original fue precisada sobre todo en el siglo V, en particular bajo el impulso de la reflexión de S. Agustín contra el pelagianismo, y en el siglo XVI, en oposición a la Reforma protestante. Pelagio sostenía que el hombre podía, por la fuerza natural de su voluntad libre, sin la ayuda necesaria de la gracia de Dios, llevar una vida moralmente buena: así reducía la influencia de la falta de Adán a la de un mal ejemplo. Los primeros reformadores protestantes, por el contrario, enseñaban que el hombre estaba radicalmente pervertido y su libertad anulada por el pecado de los orígenes; identificaban el pecado heredado por cada hombre con la tendencia al mal («concupiscentia»), que sería insuperable. La Iglesia se pronunció especialmente sobre el sentido del dato revelado respecto al pecado original en el II Concilio de Orange en el año 529 (cf. DS 371-72) y en el Concilio de Trento, en el año 1546 (cf. DS 1510-1516).

Santo Tomas de Aquino: Se indica la propagación del pecado en este mundo y el origen de la muerte y a la vez se declara de qué modo es posible que el pecado original se transmita a los posteros.

Suma Teológica I-II Qu.83 a.2

crucifixion jesus

En el Antiguo Testamento para restablecer al hombre caído Dios estableció varias alianzas con la promesa de que El mismo iba a proveer un sacrificio perfecto, puro y sin machas para la remisión de nuestros pecados.

Teófil

El Señor llama a este cáliz Nuevo Testamento. Por ello sigue: «Diciendo: ‘Este cáliz es el Nuevo Testamento en mi Sangre, que será derramada por vosotros'», dando a entender que el Nuevo Testamento comienza en su sangre. Porque la sangre de los animales se derramó con abundancia en el Antiguo Testamento desde que se promulgó la ley. Pero ahora la sangre del Verbo de Dios nos representa el Nuevo Testamento. Cuando dice, pues, por vosotros, no quiere decir que sólo por los apóstoles se ha concedido y derramado su sangre, sino por todo el género humano. La antigua Pascua se celebraba en conmemoración de la libertad de Egipto; la sangre del cordero sirvió para salvar a los primogénitos. Pero la nueva Pascua se estableció para la remisión de los pecados, y la sangre de Jesucristo se derramó para la santificación de los que se han consagrado a Dios. (Catena Aurea)