Fuente: Blog Toronto catholic witness
Luigi Capozzi fue arrestado por la policía con una bolsa de cocaína en una orgía homosexual en un exclusivo apartamento del Vaticano. (Cómo un sacerdote que ha jurado pobreza evangélica puede pagar por la cocaína es otra historia. Pero el dinero nunca parece ser escaso para los hombres que viven el estilo de vida decadente de los príncipes del Renacimiento).
Capozzi, secretario del cardenal Francesco Coccopalmario, fue luego brevemente puesto en rehabilitación, para luego ser llevado a Monte Casino por Coccopalmario.
Surgen dos grandes preguntas:
1) porqué no fue Capozzi castigado por las autoridades por posesión de la droga ?; y
2) ¿por qué no fueron arrestados otros participantes en la orgía?
El Vaticano ha estado encubriendo la orgía de homosexuales con drogas, que ocurrió hace al menos tres meses. Edward Pentin fue rechazado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, que oficialmente no quiso comentar nada.
¿Cómo sabemos que el Vaticano está activamente involucrado en el encubrimiento?
El sitio Web del Pontificio Consejo de Textos Legislativos ha eliminado todas las fotos de Capozzi. Compare las siguientes capturas de pantalla.
Ahora:
Antes:
Sin embargo, usted notará que Capozzi, cocainómano y sodomita militante AÚN es un miembro del consejo.
¿Estos hombres de la iglesia nos toman por tontos?
Ellos creen que simplemente quitando su foto (junto con los demás, para intentar engañarnos haciéndonos creer que están cambiando diseños) todos será olvidado. Esta acción sólo muestra el grado de narcisismo, de arrogancia, de desprecio y odio que estos hombres malos tienen por los católicos.
Que no haya duda: estos hombres odian a nuestro Señor Jesucristo. Lo desprecian a Él y a Su Iglesia.
Son infiltrados, parásitos, mentirosos, ladrones del óbolo de la viuda.
Pero ha llegado el día.
Han sido expuestos. Ellos serán expulsados.
No deseamos ningún mal a estos hombres; Rogamos por su conversión. Capozzi y sus compañeros homosexuales necesitan arrepentirse, llevar vidas de penitencia. Necesitan confesar sus pecados.
Pero hay otra fuerza dentro del Vaticano que es la más siniestra, la más diabólica. Me refiero a aquellos clérigos que literalmente se entregaron a Satanás, a través de la profesión del Luciferianismo y del ocultismo. Esta fuerza demoníaca que controla y manipula a los homosexuales (muchos de los cuales fueron abusados siendo niños) es verdaderamente el enemigo. San Pablo alude a esto cuando no habla de carne y sangre, sino de principados de tinieblas (Efesios, 6:12).
Nuestra Señora de Fátima y Akita, ruega por nosotros.
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