Hombres fuertes. ElDebate.com español presentó a los cinco hombres fuertes de Francisco en el Vaticano. Todos ellos son españoles. Sin embargo, como a Francisco siente un profundo resentimiento por las personas que son fuertes e independientes, el término «hombres fuertes» debe tomarse con una pizca de sal. En consecuencia, estas cinco personas nunca han hecho olas ni han agitado el barco. Han mantenido un perfil bajo porque se han adaptado a cualquier régimen que gobernara. Incluso ElDebate.com admite esto.
- Fernando Vérgez. Se convirtió en presidente de la ‘Gobernación’ del Vaticano a pesar de tener 76 años cuando, según Francisco, debería retirarse. Legionario de Cristo, Vérgez fue educado en una mentalidad que obedece sin hacer preguntas y sin importarle el mal o el bien. Vérgez es ahora responsable de todos los servicios que hacen que el Estado Vaticano funcione a diario, como la policía, oficinas técnicas, juzgados, departamento de telecomunicaciones, servicio postal, los museos Vaticanos, cuerpo de bomberos, servicio de limpieza y el área comercial.
Luis Ladaria. Cuando Francisco expulsó al destacado cardenal Müller de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo reemplazó con el secretario anónimo de la Congregación, el jesuita Luis Ladaria, un típico apparatchik. No protege la fe, sino que refrenda cualquier posición dudosa de Francisco. A veces, publica documentos, aparentemente en línea con la fe católica, por ejemplo, cuando dijo que la cohabitación homosexual no puede ser bendecida. Sin embargo, esto no significa nada, ya que las palabras no van acompañadas de hechos.
Juan Antonio Guerrero. Es otro jesuita que fue puesto al frente de la Secretaría de Economía en 2019, después de que Francisco creara un enorme caos y un gran déficit en las finanzas del Vaticano. Tendrá una posición difícil en el Vaticano de Francisco, donde 2 + 2 es igual a 5 y los problemas no se resuelven sino que se niegan, y donde Francisco nombra a personas para socavarlas.
Miguel Ángel Ayuso. Misionero comboniano y hereje abierto, supervisa el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y fue fundamental en la producción del Documento sobre Fraternidad humana, por la paz y la convivencia firmado en 2019 en Abu Dhabi con el Gran Imán de Al-Azhar. Esta declaración no cambiará mucho con los musulmanes, pero socava profundamente los esfuerzos católicos por evangelizar a los países islámicos.