
El 25 de marzo Burke dijo en el sitio web EWTN.com que a pesar de una vida pecaminosa, la persona como tal sigue siendo buena, sin embargo una unión homosexual no contiene “elementos positivos”.
Subrayó que la “agresiva agenda homosexual” domina ahora en los círculos eclesiales y entre los obispos, y que “no es descabellado” pensar que el discurso del Ángelus del 21 de marzo de Francisco fue un intento de distanciarse de su propio documento sobre las uniones homosexuales.
Al obispo de Amberes, monseñor Johan Bonny, quien desafió al documento, Burke le dio el piadoso consejo de “examinarse” y “renunciar a su cargo” si no sostiene la fe católica – como si sostener la fe católica fuera algo deseado o común entre los obispos.
Para Burke, el decreto de Francisco contra la Misa es una “anomalía” y debería ser rescindido inmediatamente. Añadió que el arzobispo Peña, quien (formalmente) emitió el documento, no tiene “ninguna competencia en absoluto” en la materia y va en contra de la naturaleza de la Santa Eucaristía, y llevó a cabo una “violación canónica” – como si a alguien le importara.
“No hay respuesta a eso; ellos siguen adelante”, se dio cuenta Burke. Afirma que es “lo más hermoso” el hecho de que por la mañana se celebraran todas estas Misas en San Pedro. Un sacerdote de la Curia le dijo a Burke el jueves que la basílica es ahora “como una tumba”.