El pesebre sacrílego de Bergoglio desafía la Tradición, se burla de las Escrituras y las contradice.
Un astronauta y una extraña figura con cuernos

Bergoglio se burla de la encarnación de Cristo
Pero incluso si nosotros o un ángel [o un mensajero] del cielo os anunciara un evangelio contrario a lo que les hemos proclamado, ¡que sea maldito! Gálatas 1:8

El arzobispo Fulton Sheen señaló que el anticristo es un simio que para burlarse de Dios remeda a la Iglesia Católica vaciándola de su contenido:
Él (anticristo) creará un anti- iglesia que será el mono de la Iglesia, porque él, el diablo, es el mono de Dios. Contará con todas las notas y características de la Iglesia, pero a la inversa y vaciado de su contenido divino. Será el cuerpo místico del Anticristo que en todas las cosas externas se parecerá al cuerpo místico de Cristo.

En la entrevista donde el Heresiarca Leonardo Boff reveló la apostasía publica de Bergoglio — «El Papa Francisco es más liberal de lo que se piensa» “Bergoglio aprobó que una pareja gay adoptara un niño” también dijo : «Ahora es papa y puede hacer lo que quiera. Muchos se sorprenderán con lo que va a hacer Francisco. Para ello necesitará una ruptura con las tradiciones, dejar atrás la curia corrupta del Vaticano para abrirle paso a una iglesia universal»
San Ambrosio:
«Incluso los herejes parecen poseer a Cristo, porque ninguno de ellos niega el nombre de Cristo. Sin embargo, cualquiera que no confiesa todo lo que pertenece a Cristo, de hecho niega a Cristo».
«Incluso los herejes parecen poseer a Cristo, porque ninguno de ellos niega el nombre de Cristo. Sin embargo, cualquiera que no confiesa todo lo que pertenece a Cristo, de hecho niega a Cristo».
La secta de Bergoglio odia la Navidad, profanan y ridiculizan el Belén
Desacralización de la Navidad:
Pesebres politizados que promueven la propaganda del Covid-19
Pesebres politizados que promueven la propaganda del Covid-19
La burla satánica de la secta de Bergoglio incluye pesebres politizados hechos con papel higiénico, guantes y mascarillas, enfermeras, figuras del pesebre usando mascarillas, etc.

Catecismo de la Iglesia Católica:
La última prueba de la Iglesia
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el «misterio de iniquidad» bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, «intrínsecamente perverso» (cf. Pío XI, carta enc. Divini Redemptoris, condenando «los errores presentados bajo un falso sentido místico» «de esta especie de falseada redención de los más humildes»
La última prueba de la Iglesia
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el «misterio de iniquidad» bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Ts 2, 4-12; 1Ts 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
676 Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, «intrínsecamente perverso» (cf. Pío XI, carta enc. Divini Redemptoris, condenando «los errores presentados bajo un falso sentido místico» «de esta especie de falseada redención de los más humildes»