
La encíclica Fratelli tutti de Francisco promueve la indiferencia religiosa, porque considera cualquier religión como un bien para las sociedades, remarca el arzobispo Carlo Viganò el 6 de octubre en el sitio web LifeSiteNews.com.
Él ve un vínculo entre la Declaración conciliar Nostra aetate, del Vaticano II, y “el pensamiento herético bergogliano”.
Viganò subraya que “no hay nada verdadero y santo en las falsas religiones”, que no se las puede “respetar” y que sus preceptos y doctrinas deben ser rechazados “en su totalidad”.
Respecto al Islam, Viganò aclara que hay una diferencia sustancial entre el Dios Uno y Trino verdadero y el dios misericordioso del Islam, un hecho reconocido por los eruditos musulmanes.
Viganò enfatiza que el Evangelio contradice la “visión horizontal, inmanentista e indiferente” de Francisco, la que se expresa en su “heterodoxo concepto de la dignidad y la hermandad humana”….
Bergoglio se separa incluso del Vaticano II que condenó la indiferencia religiosa. El indiferentismo religioso es presentado por Const. Gaudium et spes como una de las formas más radicales de ateísmo.