El apostata peronista recién declaró en el Sciences Po: “Perdónenme, pero la hipocresía nunca se llevó bien conmigo. Por eso he propuesto mandar una ley que termine con la penalización del aborto y permita la atención de cualquier aborto en un centro público”
Defendió el asesinato de un niño en el vientre de su madre comparándolo con la Ley que permitió el divorcio ante una audiencia de jóvenes.
A este impenitente adultero no le importa saber que “El divorcio es el pasaporte para el infierno” como lo advirtió en Santo Padre Pío, ya que el mismo comete el mismo pecado de su madre.
Alberto Fernández también se equivocó de Tomás al repetir la información tergiversada que maliciosamente utilizan los politicos de izquierda para apoyar el aborto.