«Hace 1.400 años, Mahoma secuestró a Jesús de los evangelios».
Hermanos católicos cuando lean este artículo tengan en cuenta que Nostra Aetate y el Lumen Gentium son dos documentos heréticos del Vaticano II que introducen la herejía del Indiferentismo religioso por eso muchos herejes modernistas que promueven el ecumenismo dejaron de buscar la conversión de los idolatras, herejes, Musulmanes y Judíos que niegan la divinidad de Jesucristo y su obra redentora. Son muchos los católicos que han caído en esta herejía. También se introdujo la falsedad de que los musulmanes adoran al mismo Dios de Abraham cuando el mismo Islam que fue inventado por Mahoma adora al falso dios Alá de las tribus árabes y niega al Dios de los Judíos Yaveh. El Cardenal Burke ha estado denunciando esta falsedad y pidiéndole a los católicos que dejen de repetir la mentira. ‘Dejen de decir que Alá es el Dios de los cristianos, Alá no es el Dios de la Biblia.’
Avancen 1400 años, y descubriremos que algunos musulmanes siguen manipulando la figura de Jesús con fines políticos y religiosos. Por ejemplo, los musulmanes en Cisjordania han proclamado durante varios años que Jesús fue el «primer palestino». Afirman, además, que cuando los israelíes imponen restricciones a los palestinos, «Jesús está siendo crucificado nuevamente». El último giro en esa historia es que Jesús también fue el primer mártir del Islam. Tawfiq Tirawi, un miembro de alto rango de la Autoridad Palestina publicó lo siguiente en su página de Facebook:
Esta es la bendita Navidad, el cumpleaños de nuestro Señor Jesús el Mesías, el primer palestino y el primer Shahid (mártir islámico).
Menciono esto porque muchos cristianos solo tienen una comprensión nebulosa del lugar de Jesús en el Islam y algunos desconocen por completo que Jesús tiene un lugar en el Islam. Sin embargo, los católicos deben saber que los musulmanes «veneran» a Jesús porque eso es lo que dice en el documento del Vaticano II Nostra Aetate, y casi todos los que han asistido a escuelas católicas en las últimas décadas habrán sido apreciados por la alta estima que los musulmanes tienen por Jesús.
Pero para muchos católicos, eso es todo lo que saben sobre Jesús y el Islam. Y simplemente no es suficiente ahora que el Islam ha pasado por su fase de sueño de mediados de siglo y ha resurgido como una potencia mundial. Es importante recordar que Nostra Aetate fue escrita en 1965, justo en medio de esa época de reposo, y tenía la intención de transmitir una imagen positiva del Islam, no una completa.
El Islam ha emergido de su letargo de mediados de siglo, pero muchos católicos no han salido del suyo. No admiten que el bosquejo del Islam del Vaticano II es deplorablemente inadecuado para entender el Islam militante nacido de nuevo.
Tomemos la afirmación del líder palestino de que Jesús fue el primer mártir islámico. Cualquiera con un conocimiento básico del Islam se daría cuenta inmediatamente de que Tirawi estaba a) muy mal informado sobre el Islam o b) deliberadamente engañando con fines propagandísticos. Jesús no pudo haber sido un mártir islámico porque el Corán niega que haya sido crucificado. En cambio, el Corán afirma que otra persona que se parecía a Jesús fue erróneamente crucificada en su lugar. (4:157)
Jesús es venerado por los musulmanes no porque haya muerto por nuestros pecados (no es cierto, dicen las autoridades islámicas), sino porque fue un gran profeta. ¿Por qué fue un gran profeta? Principalmente porque predijo la venida de Mahoma.
Pero supongamos por un minuto que Jesús dio su vida por el bien de Alá, como afirma el líder palestino. Eso presenta otra dificultad para los católicos que piensan que los musulmanes veneran al mismo Jesús que ellos. Según la tradición islámica, la recompensa que recibe el mártir islámico en el paraíso son 72 vírgenes de ojos oscuros.
El concepto es, por supuesto, ofensivo para los católicos y otros cristianos. No sólo revela que los musulmanes tienen un completo malentendido de quién es Jesús, sino también una concepción bastante básica de nuestro destino final.
Pero como el Corán dice que Jesús no fue martirizado, la cuestión de las recompensas virgenes es discutible. ¿O no? Mientras que los eruditos islámicos están de acuerdo en que el martirio es el camino más seguro al paraíso, uno no tiene que ser un mártir para llegar allí. Una guía autorizada de la ley islámica afirma que «quienquiera que crea en Alá y muera como creyente es uno de los habitantes del paraíso…». (Confianza del Viajero, p1.3). Después de todo, Mahoma tampoco murió como mártir. Sin embargo, uno asume que, desde un punto de vista islámico, está a salvo en compañía de sus 72 compañeras – o, quizás en su caso, 144 o más. Aunque los hombres musulmanes están restringidos a cuatro esposas a la vez en la tierra, Alá declaró que Mahoma podía tener tantas como quisiera.
Nostra Aetate nos asegura que los musulmanes «valoran la vida moral», y la implicación es, que es más o menos la misma vida moral que valoran los cristianos. Pero cuando se trata de la ética sexual y de la igualdad entre hombres y mujeres, lo que se valora es, obviamente, un tipo diferente de vida moral. De hecho, desde una perspectiva cristiana es una vida inmoral. El cielo no es más que un harén glorificado.
Los cristianos deben tener cuidado de no proyectar las suposiciones cristianas en el Islam. Es particularmente tentador asumir que el Jesús que los musulmanes honran no es otro que el Jesús de los evangelios. Pero no es el mismo Jesús. Para empezar, ni siquiera es cristiano (o judío). Es un musulmán. Si fuera cristiano, terminaría en el infierno, no en el paraíso. ¿Por qué?
Porque el peor pecado que alguien puede cometer es el pecado de atribuir socios a Alá. Por lo tanto, creer en la Trinidad es un gran pecado ya que ese artículo de fe describe a Dios como una unidad de tres personas. El Corán es bastante firme en que «quien se asocia con Alá, Alá le prohibe el paraíso, y su hogar es el infierno» (5:72). Puesto que el Jesús de los evangelios afirma ser el Hijo de Dios, sería culpable en el más alto grado, y por lo tanto, por decirlo suavemente, no apto para el paraíso. El Jesús del Corán, por otra parte, hace votos a Alá de que nunca ha pretendido ser Dios (5:116). Conoce las reglas y, como buen musulmán, las sigue.
Cuanto más se mira al Jesús del Corán, más difícil es creer que es el mismo Jesús que encontramos en los evangelios. Ya no es un cristiano, sino un converso al Islam. Cuando vuelva, según la `confianza del viajero´, «no gobernará según el Evangelio». Sino como un seguidor de nuestro Profeta». (o9.8)
No sólo eso, sino que en el Juicio Final, Jesús dará testimonio contra los cristianos que no se han convertido al Islam (Corán 4: 159). Esto puede resultar un poco chocante para los católicos que han escuchado que el Islam tiene una gran consideración por la «gente del libro», (NT: como Bergoglio) es decir, los cristianos y los judíos. ¿No es suficiente, se preguntarán, seguir su propia fe mientras sean gente del libro?
Bueno, sí y no. En un tiempo fue suficiente, pero ya no. No con la llegada de Mahoma a la escena. La «Confianza del viajero» lo expresa de esta manera:
Quienquiera que se adhiriera al Evangelio y a los preceptos de Jesús, su fe era válida y aceptable hasta la llegada de Mahoma (Alá lo bendiga y le dé paz.) Los que no siguieron en esa época a Mahoma y renunciaron a la sunna de Jesús y al Evangelio, se perdieron. (w 4.4)
En resumen, en cierto punto de la historia, Alá le arrojó el libro a la `gente del libro´ por no cambiar a la versión 2.0 de su religión. La nueva versión esencialmente reemplazó a la antigua:
Alá Altísimo envió a Mahoma …para entregar su mensaje inspirado al mundo entero…reemplazando y abrogando todos los sistemas religiosos anteriores con la Ley Sagrada del Profeta (Confianza del Viajero, v. 2.1).
Mahoma secuestró a Abraham, Moisés y Jesús (todos ellos reimaginados como profetas musulmanes) para ayudar a vender su creación de retazos. Y los musulmanes todavía están tratando de reclutar a Jesús para vender el Islam. Sólo que ahora, usan métodos modernos de publicidad para promover su mensaje. Así que no se sorprenda si la próxima vez que vaya por la autopista, se encuentra con un cartel que le sugiere «Encuentre a Jesús en el Corán, a Mahoma en la Biblia».
La campaña publicitaria está patrocinada por un grupo musulmán llamado GainPeace. Sabeel Ahmed, el director ejecutivo, afirma que «nuestro principal propósito es construir puentes y borrar ideas erróneas». (NT: se ve que van a una con los bergoglianos de la Unica Religión Mundial ya que usan las mismas expresiones y persiguen las mismas metas)
Pero el anuncio en sí mismo es engañoso. No puedo afirmar que recuerdo todos los nombres de la Biblia, pero estoy bastante seguro de que el nombre «Muhammad» no está entre ellos. Es cierto, por supuesto, que alguien llamado «Jesús» hace apariciones ocasionales en el Corán. Y debido a que Mahoma toma prestado el relato del nacimiento de Lucas, al principio parece como si fuera el mismo Jesús. Pero después de que descubrimos que Jesús nació de una virgen llamada María, la narración – si se puede llamar así – se aparta radicalmente de la historia de la Biblia. Casi todo lo demás que habla el Jesús musulmán o que se habla de él es una subversión del mensaje cristiano.
Un último punto. Sabeel Ahmed informa que «Jesús es mencionado con amor y respeto y honor más de 25 veces en el Corán». Veinticinco suena más o menos correcto, pero en la mayoría de esas menciones, el nombre de Jesús simplemente aparece en una lista de otros profetas musulmanes que apoyan el mensaje de Mahoma. Si usted simplemente busca el nombre «Jesús», lo encontrará en el Corán, pero si busca una persona de carne y hueso como el Jesús que los cristianos conocen, se sentirá muy decepcionado.
Desafortunadamente, este juego de números es efectivo con algunos cristianos, particularmente con aquellos que no han leído el Corán. En defensa de la tesis de que el Islam y el cristianismo tienen mucho en común, un sacerdote me señaló una vez que María es mencionada en el Corán 32 veces. Parecía pensar que ese era un argumento decisivo. Pero, por supuesto, no lo es. Y si la confusión sobre la fe continúa creciendo entre los católicos, es una buena apuesta que los musulmanes aumentarán sus esfuerzos proselitistas. Los católicos que esperan defender su fe necesitarán informarse mejor sobre el islam y no dejarse engañar por juegos de palabras y de números.
William Kilpatrick is the author of several books about cultural and religious issues, including Why Johnny Can’t Tell Right from Wrong; Christianity, Islam, and Atheism: The Struggle for the Soul of the West; and The Politically Incorrect Guide to Jihad. Professor Kilpatrick’s articles on cultural and educational topics have appeared in First Things, Policy Review, American Educator, and various scholarly journals. His articles on Islam have appeared in Crisis, Catholic World Report, The Catholic Thing, National Catholic Register, and other publications. He is also the author of Insecurity, a dark comedy about political correctness run amok in the military and the government. For more of his recent articles, visit his website, turningpointproject.com
El Corán, niega y ataca a la Santísima la Trinidad y la filiación divina de Jesucristo
- Los que creen en la Trinidad son infieles
- No hay Trinidad y es inadmisible que Dios tenga un hijo
- Es blasfemo decir que Dios tiene un Hijo
- Son condenados al infierno los que profesan la divinidad de Jesús
- Jesucristo no predicó su propia divinidad sino la de Alá, su Señor
- Jesús es …un profeta como los demás…
- ..igual a otros que le precedieron