es.news Juan Pablo II (+2005) se arrodillaba siempre frente al Santísimo Sacramento “a pesar de estar exhausto y sin fuerzas”, destaca el cardenal Robert Sarah en el prefacio para el libro italiano La distribuzione della communione sulla mano. Profili storici, giuridici e pastorali [La distribución de la Comunión en la mano, Perfiles históricos, jurídicos y pastorales].
Al final de su vida Juan Pablo II no podía arrodillarse ni pararse solo: “Necesitaba a otros para inclinarse y para levantarse”.
Esto está en agudo contraste con el papa Francisco, quien solo se arrodilla cuando trata con refugiados musulmanes frente a las cámaras de TV, pero nunca se arrodilla frente a la Custodia [del Santísimo].
Carta abierta de Lucrecia Rego de Planas a Bergoglio: «….Cuando te conocí por primera vez, siendo el cardenal Bergoglio, y durante esas convivencias cercanas, me llamaba la atención y me desconcertaba que nunca hacías las cosas como los demás cardenales y obispos. Por poner algunos ejemplos: eras el único entre ellos que no hacía la genuflexión frente al sagrario ni durante la Consagración; si todos los obispos se presentaban con su sotana o traje talar, porque así lo requerían las normas de la reunión, tú te presentabas con traje de calle y alzacuellos. Si todos se sentaban en los lugares reservados para los obispos y cardenales, tú dejabas vacío el sitio del cardenal Bergoglio y te sentabas hasta atrás, diciendo “aquí estoy bien, así me siento más a gusto”.
El Papa Juan Pablo II se cayó en 1994 sufriendo una rotura de la cabeza del fémur que requirió la implantación de una prótesis de cadera y a pesar de sufrir de fuertes dolores por una artrosis de rodilla y sufrir de Parkinson siempre se arrodillaba delante del Santísimo.

En Colombia Bergoglio tampoco se arrodilló delante del Santísimo.
Bergoglio se niega a rendirle culto de adoración a Dios